Exposición Vórtices

VÓRTICES
Paisajes inmanentes

por Juan Alvear

 

TEXTO DE MARIO ROMÁN (leer más…)

Exposición de pinturas en Casona Dubois

5 al 30 de junio de 2023
Ayuntamiento N° 1650, Quinta Normal

Casona DUBOIS – Centro Cultural de Quinta Normal
Ayuntamiento 1650 (esquina Mapocho)

Este proyecto es una mirada personal sobre el proceso de encierro que nos tocó experimentar a cada uno de nosotros en estos últimos años. Durante meses vivimos encerrados, no solo físicamente en nuestros espacios personales, sino también confinados mentalmente a una especie de abandono a nuestro propio devenir donde lo única conexión de esta incierta realidad fue a través de los medios informativos y redes sociales.

Encierros por motivos políticos, laborales y por supuesto, por las estrictas medidas de protección sanitaria a raíz de la pandemia que azotó al mundo entero robándonos tres años de nuestras vidas. Una avalancha de imágenes externas e internas que nos enceguecieron diariamente. En el silencio del día a día fraguan las imágenes que pidieron espacio para su existencia.

La energía que emitimos en forma de pensamientos en esta cárcel imaginaria, cuando sobrepasa nuestra capacidad de razonamiento, la convertimos en imágenes internas de nuestros problemas. Desde mi punto de vista y sin darnos cuenta, creamos un vórtice, un espiral de tal magnitud que en muchas ocasiones no podemos controlar su insistencia en nuestro interior y no logramos disipar la carga emocional que nosotros mismos asignamos a estas imágenes. Una especie de paisaje imaginario de lo inesperado.

Vórtices como analogía a un espiral de pensamientos desencadenando conflictos que no se detienen y que se cruzan punzantemente en todos sus ejes dentro de nuestra conciencia. En este torbellino de pensamientos nosotros somos el centro, donde todo gira alrededor de nuestra propia conciencia creando una vorágine de ruidos e imágenes internas difícil de descifrar. Pero desarticular esta realidad es desenredarla de forma subjetiva; realidad inexistente en el mundo exterior, pero que paralelamente coexiste en nuestro interior al representarlas a través del gesto pictórico, aquello que no se puede expresar con palabras, sino con el lenguaje visual de las imágenes.

En los trazos está la fuerza de los movimientos; están los conflictos concebidos como cruces de ideas, apoyados con colores saturados aludiendo a metáforas e imágenes no apacibles: imágenes que vienen a expresar un caos interno. Estas imágenes han nacido de mi subconsciente y manifiestan la incertidumbre que se ha anidado en mi mente y a través de la cual son plasmadas en esta serie de pinturas. Como bien dice la obra de Francisco de Goya en la serie de grabados Los Caprichos: El sueño de la razón produce monstruos (grabado N° 43, 1799).

Esta exposición se compone de una serie de pinturas de pequeño, mediano y gran formato, con el fin de plasmar lo que fui sintiendo durante este letargado proceso y tiempo de encierro en pandemia.

La presentación de estas pinturas está pensada en 3 etapas, donde represento en cada una de ellas en forma simbólica proyectos personales inconclusos, desamores, dolorosas e irreparables pérdidas, guerras, caos económicos, noticias falsas y desolación en toda la urbe que se retroalimentan del inconsciente colectivo, sin mencionar el vacío que nos produce la forzada desconexión con nuestra familia y amigos más cercanos.

La primera etapa es una representación muy colorida como analogía a la vida, un espejo que mostraba en lo que estábamos cada uno de nosotros. Todo lo que éramos o hacíamos sin darnos cuenta comenzó a desvanecerse, a quebrarse en cientos de pedazos. En estas pinturas aún es posible configurar su significado en múltiples formas. Un rizoma asistido por miles de fragmentos develaba lentamente que se aproximaba una oscuridad sin saber cuándo se detendría.

Praxis III – 100×70 cm – 2021 (Acrílico sobre tela)

La segunda etapa profundiza estos momentos inciertos. La supuesta realidad colectiva ya no era lo que creíamos. Momentos de mucha incertidumbre derrumbó nuestra base espacial privándonos de libertades. En esta etapa ya no se observan colores intensos, más bien, la falta del color anuncia no una muerte física, sino una profunda herida a nuestra alma representada por el contraste entre el negro, el gris y la mancha de formas orgánicas.

Antropoceno I – 120×90 cm – 2021 (Acrílico sobre tela)

 

La tercera etapa de la muestra representa los espacios marcados por la angustia, aunque en el silencio del día a día se fraguan las imágenes que piden espacio para su existencia. Esta existencia parece contradictoria, líneas sinuosas vívidas pero quebradas que impiden el desplazamiento visual sobre un fondo oscuro. Estos choques de ideas producen una nueva imagen confusa que representan la paradoja de nuestra existencia en momentos de muchas dudas.

Fractura espacial – 150x100cm –  2023 (Acrílico sobre tela)

 

Es aquí donde la fuerza visual se manifiesta en la condensación de la obra sobre fondos oscuros y espacios saturados de color.

El proyecto Vórtices: Paisajes Inmanentes se ha convertido para mí en esa fuerza creadora y la motivación que me ha dado, a través de sus distintas aristas, los giros suficientes para retomar el camino y liberar las energías que son canalizadas a través de los pinceles, expresando en las pinturas aquellos paisajes inmanentes de recurrentes pensamientos abstractos.

Implicancias de la desolación – 200x140cm –  2023 (Acrílico sobre tela)

 

En este tiempo de aprendizaje y desde que se inició la pandemia he profundizado mi proceso artístico sobre una constante reflexión acerca del modo de cómo vivimos y cómo, a través de las praxis intelectuales, le damos forma a nuestras sociedades. Comparo principalmente los estilos de vida y los modos de pensamiento con estructuras visuales similares a mapas o cartografías. Líneas y contornos fuertes que marcan un patrón, pero que se diluyen en medio de masas sin formas denotando que algo se ha desarticulado, algo se ha desorganizado, pero no del todo, puesto que aún hay piezas dentro del caos que pueden ser nuevamente configuradas. La desorganización también la podemos ver como la oportunidad hacia un nuevo inicio.

La crisis pandémica nos cambió la forma de cómo nos relacionamos con la realidad y el modo de pensar en sociedades fragmentadas por el consumo sin sentido y estilos de vida actuales. Incertidumbres que generan vacíos, haciendo alusión visual y endeble de la vida en forma desorganizada, como si ésta estuviera suspendida en la nada.

Aunque repensar la vida es también reinventarla para no volver a la misma dinámica. Reconocer en estas estructuras lo mejor de nosotros valorando las interacciones con los demás, pero también reconocer lo que nos separa y nos aísla como individuos. Una matriz de pensamiento intrínsecamente centrada en nuestra propia imagen, un ego-centrismo contemporáneo como imagen de un estatus social-personal en constante alteración.

Vórtices es sin dudas un gestor de cambios, entre pérdidas y aislamiento me ha enfrentado a un estado donde lo inmediato y la introspección asistida por brochas y paletas de colores son protagonistas de este discurso visual. Es una manera de apreciar lo importante y lo trascendental de nuestra existencia en este prolongado memento mori.

Las combinaciones de formas y fusiones de colores dispersos que forman un todo. Objetos que no es posible observarlos por separado, sino como un cuerpo integral marcado por estados de ánimo. Entre lo contingente del quiebre social al inicio de la pandemia, nuestros miedos colectivos en la historia que se recicla nuevamente, se confabula sincréticamente para crear una masa vívida con matices propios, una armonía entre caos, desintegración y unión dando paso a una nueva re-significación de esta transformación.

Las composiciones en las pinturas no logran definir formas identificables y a su vez, tampoco se sostienen en ninguna base, ni espacial ni figurativa reconocible; son cuerpos suspendidos en el aire, suspendidos en el tiempo producto de su propio devenir. En estas imágenes busco hacer un paralelo a la levedad de nuestro ser, lo efímero de nuestra existencia. Estructuras representadas en trazos sinuosos densos con movimientos diagonales inestables que rompen la espacialidad insinuando un movimiento constante y antagónico en paisajes matizados de colores.

En mi proceso de reestructurar esta realidad movediza desde mi subjetividad, de representar metafóricamente todas mis experiencias inmanentes suscitadas a partir de lo visible y de lo vivido, de lo imaginable, las hago presentes en el bastidor como un gesto hacia lo que se viene, lo que se proyecta. Desarmar, rearmar, configurar y redistribuir como procesos sin inicio y sin fin. Sin lugar a dudas una analogía a la mera vida.

En algunas pinturas también se puede apreciar una forma macro. Una forma de ver desde un punto de vista cenital contemplativo, desde arriba los trazos recorridos conforman una imagen-camino similar a un mapa cartográfico, un mapa social que hemos podido observar al enterarnos de los diferentes conflictos post-pandemia y de las múltiples realidades de las que no hemos querido hacernos cargo. Es una pregunta reiterativa sobre qué estamos haciendo en concreto; desde las estadísticas sombrías pre y post pandemia acerca de cómo nos ha afectado a todos y a cada uno de nosotros.

En estos paisajes de movimientos infinitos aprecio el cambio, lo ineludible del cambio, inseparable de nuestra psique tan consciente e inconsciente como la profundidad del alma humana.

Lo único constante es el cambio (Heráclito de Éfeso, 535 a.C. – 475 a.C.).

Juan Alvear

INVITAN

I. Municipalidad de Quinta Normal

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